Las Pirámides y la Esfinge en El Cairo, el templo de Karnak y el Valle de los Reyes en Lúxor… ¡Egipto está repleto de tesoros que recordarás toda tu vida! Es un viaje de ensueño en el que se viven experiencias maravillosas, se aprende mucho sobre una de las civilizaciones más importantes de la humanidad y se tiene la oportunidad de ver cosas que conmueven el alma.
¿Quién no ha soñado alguna vez con visitar el absolutamente fascinante país de Egipto? ¿Maravillarse ante las famosísimas pirámides, antigua maravilla del mundo? ¿Conocer su cultura y gastronomía?
El Cairo es una de las ciudades más pobladas del mundo ¡y la más caótica en la que he estado! No te puedes hacer una idea de lo ajetreado que es el ambiente en esta ciudad.
Los coches circulan como quieren, sin respetar nada, la gente cruza la calle cuando le da la gana (¡en parte porque no hay ni un paso de cebra!) y, en general, hay mucho alboroto. ¡Me daba miedo cruzar la calle! A pesar de todo esto, ¡me encantó visitar la ciudad y sus sitios más interesantes! En este artículo, te propongo visitar lo mejor de El Cairo.
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Las Pirámides de Giza
Por supuesto, cuando se piensa en Egipto, lo primero que te viene a la cabeza son las pirámides de Giza, y te puedo asegurar que no te decepcionarán. Seguro que las has visto miles de veces en películas, documentales, etc., ya que es el vestigio egipcio más emblemático y el símbolo del país, pero verlas en persona es toda una experiencia.
Si vas con guía, cosa que te recomiendo encarecidamente, te contará que fueron construidas como criptas reales para los faraones desde el año 2700 a. C., con bloques de piedra revestidos de caliza. Situadas a las afueras de la capital, las pirámides de Keóps, Kefrén y Micerinos fueron levantadas en la llanura de Giza por orden de estos faraones y cuentan con más de 140 metros de altura (excepto la de Micerinos, que mide 65 metros).
Hay muchas hipótesis en torno a su construcción y seguro que conoces la más disparatada, que las construyeron los extraterrestres, ¡pero evidentemente no fue así! Según los expertos, los bloques se extrajeron de las canteras del sur del país y se transportaron con ayuda de barcazas enormes. Después, estos inmensos bloques se colocaban sobre trineos y se arrastraban hasta su emplazamiento definitivo.
Una labor dificilísima que, a diferencia de lo que nos hacen pensar las películas de Hollywood, no llevaron a cabo miles de esclavos, sino de hombres libres que creían en la empresa que estaban llevando a cabo.
Ponerte delante de las pirámides, alzar la vista hacia el cielo para verlas y pensar que han sido testigo de la humanidad durante 4500 años te dejará sin aliento. Además, se puede visitar el interior de las pirámides, por lo que podrás ver en persona cómo son por dentro. ¡Aunque no te esperes encontrar ningún resto de los inmensos tesoros que acompañaban a los faraones a la otra vida!
Muy cerca de las pirámides, se encuentra la Esfinge, que representa al faraón Keops, ¡aunque sin nariz! Esta fue destruida por un cañonazo durante la batalla de Napoleón en Egipto, a principios del siglo XIX.
Nosotros fuimos dos veces a ver las pirámides: de día y luego de noche para ver el espectáculo de luz y sonido en el que te cuentan en español la historia de Egipto. Una potente voz, la de la Gran Esfinge, nos contó quiénes fueron los faraones más importantes del imperio egipcio, cómo se construyeron las pirámides y algunos secretos. La verdad es que al final se hizo un poco pesado, pero no me arrepiento de haber visto este precioso espectáculo.
Museo Egipcio de El Cairo
Este museo, que alberga la mayor colección de objetos de la época del Antiguo Egipto, es de visita obligada. Yo no tenía muchas expectativas, pero he de reconocer que salí totalmente maravillada.
Como podrás imaginar, el museo es enorme y en él reina el caos, ya que no hay mucha organización. Cuenta con más de 136 000 objetos de diferentes épocas de la historia egipcia (estatuas, pinturas, relieves y elementos funerarios entre otros numerosos objetos), por lo que, de nuevo, te recomiendo que vayas con un guía para que te explique lo más interesante.
Sin duda, hay dos cosas que destacan en el Museo Egipcio y que no te puedes perder bajo ningún concepto:
En primer lugar, las salas de Tutankamón, donde podrás contemplar los tesoros que se encontraron en su tumba: armas como arcos, mazas y cuchillos, carros, bastones, joyas y amuletos, la preciosa máscara que cubría su cabeza, sus inmensos sarcófagos, su imponente trono… todo ello hecho o revestido de oro y otros metales y piedras preciosas. Me encantaron especialmente la máscara y los enormes sarcófagos hechos de oro macizo.
Es increíble pensar en el lujo entre el que enterraban a los faraones para que tuvieran una buena vida en el más allá. Se dedicaban a acumular fortunas en esta vida para disfrutarlas en la otra.
En segundo lugar, la sala de las momias, donde reposan los restos momificados de importantes faraones, como Tutankamón. ¡Te pondrán los pelos de punta! Están tan increíblemente bien conservadas que se pueden ver los rasgos faciales, el cabello, las manos… Es impresionante. Para entrar en esta sala, hay que pagar un suplemento.
La Mezquita de Alabastro
Esta preciosa e imponente mezquita, conocida como Mezquita de Alabastro debido al material que la recubre, se sitúa en la parte más alta de la Ciudadela de El Cairo y fue construida durante el siglo XIX.
La mezquita es de estilo otomano, por lo que cuenta con una planta rectangular cubierta por una gran cúpula central de más de 50 metros de altura y varias semicúpulas de menor tamaño y dos imponentes alminares en sus esquinas.
Al entrar, llegarás al patio de la mezquita, donde destaca la fuente de las abluciones y el reloj que entregó Luis Felipe de Francia a cambio del imponente obelisco que hay en la Plaza de la Concordia de París, procedente del Templo de Lúxor. ¡Pero no intentes leer la hora! El reloj nunca llegó a funcionar… ¡Vaya un intercambio!
El interior de la mezquita es maravilloso… La sala de oración, que es enorme, está decorada con cien vidrieras de colores en las paredes, mosaicos e incrustaciones de piedras preciosas, cientos de lámparas que se encuentran situadas en el techo y preciosas alfombras en el suelo.
Pasear por el interior de la mezquita y escuchar a nuestro guía hablarnos sobre la religión musulmana y los rezos mientras nos sentamos en una de sus majestuosas alfombras es una experiencia que no olvidaré nunca. ¡Me encantó!
Además, una vez fuera, podrás contemplar una de las mejores vistas de El Cairo debido a su ubicación privilegiada. En definitiva, esta mezquita es una visita obligada de El Cairo.
Bazar del Jan el-Jalili
Perderse por las callejuelas del gran zoco del Jan el-Jalili es una experiencia muy curiosa. Este mercado, construido en el siglo XIV por el sultán mameluco Djaharks el-Jalili, cuenta hoy en día con alrededor de 900 puestos y varios restaurantes y cafés, donde poder descansar para seguir visitando lo mejor de la ciudad.
Mientras paseas por el mercado más famoso de El Cairo, verás todo tipo de tiendas, con especias, objetos y joyas de oro y plata, telas, trajes típicos, vasijas, perfumes, instrumentos musicales, alfombras y toda clase de recuerdos. ¡No te olvides de regatear si te animas a comprar algo!
La mayoría de las tiendas abren por la mañana hasta el atardecer, pero también hay muchas que permanecen abiertas toda la noche. Una de las visitas obligadas del bazar es el Café Al Fishawy, conocido como el Café de los Espejos, la cafetería más antigua de El Cairo, ya que se inauguró en 1773. Según se dice, ha estado abierta día y noche desde su apertura.
No hace falta visitar el zoco con guía; lo mejor es caminar sin prisa y sin una dirección concreta mientras te sumerges en un mar de aromas, colores y sonidos. No te preocupes si te pierdes, en realidad ¡de eso se trata! Prácticamente es imposible no perderse; solo tienes que seguir andando en una misma dirección para salir a una de las calles principales.
El barrio copto
«Copto» es como se les llama a los descendientes de los egipcios autóctonos que estaban en Egipto antes de la llega de los árabes. Eran cristianos egipcios en su mayoría, por lo que «copto» es sinónimo de «egipcio cristiano». Hoy en día son mayoritariamente de confesión ortodoxa.
Como en la mayoría de los casos, es mejor visitar el barrio copto con un guía, ya que hay muchos puntos de interés y es mejor que alguien vaya contándote la historia de todos ellos. Según el Evangelio, en esta zona se refugió la Sagrada Familia en su exilio a Egipto durante su huida del rey Herodes, algo que me pareció fascinante.
Estos son algunos de los lugares de interés que merecen una visita:
- La Sinagoga Ben Ezra, que está construida sobre una anterior iglesia romana donde se cree que fue encontrado Moisés de bebé. Ahí es nada.
- La Iglesia de Santa María la Virgen, que es conocida como «la iglesia colgante» por estar construida sobre una de las antiguas puertas de la Fortaleza de Babilonia. Dentro, podrás ver diversas obras de arte y sus mosaicos pertenecientes a distintas épocas históricas.
- También son interesantes la Iglesia de Santa Bárbara, el monasterio de San Jorge y la Iglesia de San Sergio, que contiene un pozo histórico, del que, según se cree, bebió la Virgen María y donde vivió la Sagrada Familia durante un tiempo.
Excursiones desde El Cairo
Además de visitar lo imprescindible de la capital egipcia, si tienes tiempo, no dudes en hacer una o varias excursiones a los alrededores de El Cairo, como a Menfis y Saqqara o a Alejandría.
- En Saqqara podrás fascinarte ante la famosa pirámide escalonada, de 60 metros de altura. Es la más antigua de la que se tiene registro y fue construida por el primer arquitecto de la historia: Imhotep. En Menfis lo más interesante es el museo al aire libre, en el que podrás ver la estatua de Ramsés II y una Esfinge. Puedes contratar un tour como este de Civitatis, que incluye también la visita a las Pirámides de Giza.
- Durante la visita a Alejandría, fundada por Alejandro Magno en el siglo IV a. C., podrás conocer la historia de esta importantísima ciudad conocida por su faro y su biblioteca. Podrás visitar la ciudad con un tour de un día como este.
Nosotros, por falta de tiempo, no pudimos hacer ninguna de estas excursiones, por lo que no te puedo dar mi opinión, pero creo que merecen la pena totalmente. ¡No dudes en contratar alguna!
Por último, aquí te dejo un mapa con las visitas imprescindibles de El Cairo:
Después de nuestra visita a El Cairo, continuamos nuestro viaje haciendo un crucero por el Nilo para seguir descubriendo las maravillas de Egipto. ¡No te lo pierdas el artículo donde hablo sobre las visitas imprescindibles y las excursiones que no te puedes perder!
¡Espero que este post te haya sido de ayuda! Como siempre, si tienes alguna pregunta, no dudes en mandarme un correo y estaré encantada de charlar contigo.
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