Durante este primer día, fuimos desde Chicago hasta el Springfield de Illinois. Hay 35 localidades que se llaman como la ciudad de Los Simpsons y la Ruta 66 pasa por dos de ellas: la de Illinois y la de Misuri. ¡Pero no está claro que Homer viva en alguna de ellas!
Pasamos por ciudades como Joliet, Wilmington y la famosa Pontiac para visitar algunos puntos de interés míticos de la Ruta 66 como los gigantes publicitarios o el conocido cartel de la Ruta 66 en Pontiac, hasta llegar a Springfield, ciudad que fue residencia de Abraham Lincoln y donde está enterrado. ¡Aprenderás mucho sobre la historia de EE.UU.!
El recorrido es de unas 200 millas y se tarda casi tres horas y media en hacerlo sin paradas.
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Desayuno en el Lou Mitchell’s
Lo primero que hay que hacer antes de comenzar a recorrer la Mother Road es ir a desayunar al Lou Mitchell´s Restaurant, situado en el 565 W Jackson Blvd. Es la tradición. Es un restaurante increíble lleno de decoración de la Ruta 66 y la comida está riquísima. ¡Todavía sueño con sus tortitas! Y el servicio también es muy bueno. Me encanta lo peliculero que es que te rellenen el café…

¡Bueno! Y ya con las pilas cargadas, es hora de ponerse en la carretera dirección Springfield, pero antes de llegar, claro, ¡hay que parar en todos los pueblos de interés! La primera parada que nosotras hicimos fue Joliet, como a una hora de distancia de Chicago.
Joliet
Lo primero que vimos al llegar fue el Teatro Rialto, llamado «la joya de Joliet», que ha sido considerado uno de los 10 teatros más bellos del mundo.
Inaugurado en 1926, hoy alberga principalmente musicales, obras de teatro, conciertos y comedias. Diseñado en el estilo neobarroco, es considerado uno de los «150 lugares importantes de Illinois» por el Instituto Americano de Arquitectos.
No pudimos entrar porque estaba cerrado, pero nos gustó mucho el exterior del teatro, el arco con sus columnas y el cartel con el nombre, típico de los teatros americanos.

Después hicimos una parada imprescindible en The Route 66 Welcome Center, situado en el Joliet Area Historical Museum, donde te puedes hacer con hay mapas y folletos que te vendrán muy bien para el resto del viaje en el Route 66 Information Center.
También vimos la exposición gratuita e interactiva de la Ruta 66 Experience, una galardonada exposición permanente de dos pisos de la Ruta 66.
En la tienda de regalos también tienen un montón de cosas chulísimas de la Ruta 66 para comprar, pero no te vuelvas loco comprando recuerdos, ¡porque el camino es muy largo y hay muchos sitios donde comprar cosas a lo largo de la ruta!
Cierran los lunes, así que tenlo en cuenta para planear tu visita.

Wilmington
Nuestra siguiente parada fue Wilmington, situado a media hora de Joliet, ¡para ver el famoso Gemini Giant! Se trata de un astronauta de 6 metros de altura que porta un cohete en sus manos y está ubicado al lado Launching Pad Drive-In, un restaurante de comida rápida que estuvo abierto desde los años 60 y ha sido restaurado recientemente tras pasar una temporada cerrado.
Originalmente, fue uno de los muchos accesorios publicitarios gigantes, los «Muffler Man», que se repartían por todo Estados Unidos en los años 60. Fueron desapareciendo poco a poco, pero el Gemini Giant es uno de los pocos que quedan en pie y probablemente el más conocido. La mayoría eran figuras de Paul Bunyan (el famoso leñador estadounidense), pero algunos se personalizaron en función de la atracción turística que publicitaban, en este caso el restaurante.
El Gemini Giant lleva el nombre del programa espacial Gemini y tiene una nave espacial plateada en sus manos con el nombre del restaurante, mientras que luce un casco espacial de astronauta que se asemeja a una máscara de soldadura.

Braidwood
A tan solo 10 minutos de Wilmington, está Braidwood, la siguiente parada, donde comimos en un sitio superchulo, el Polk a Dot Drive In. Este restaurante típico americano abrió sus puertas en los años 50 y desde entonces ha sido una de las atracciones turísticas de la Ruta 66.
Hay muchas razones por las que comer en este restaurante es toda una experiencia. Primero, porque el exterior ya es alucinante: podrás echarte una foto con Marilyn Monroe, Elvis Presley y compañía. ¡Me encantó!

Segundo, porque te tratan mejor que bien: nos atendieron con una sonrisa permanente en la cara, charlaron con nosotras preguntándonos de dónde éramos, pudimos firmar su libro de visitas y, además, ¡nos regalaron un llavero!
Y tercero, porque las hamburguesas están riquísimas y ¡son superbaratas! Dos cheeseburgers con patatas y refrescos nos costaron 12 $. ¡No se puede pedir más! Hasta el baño me encantó, lleno de retratos y posters de Elvis… Salimos encantadas de allí.
Pontiac
Siguiente parada… ¡Pontiac! En este pueblo, situado a unos 45 minutos de Braidwood, hay varios puntos de interés. Es un sitio donde la Ruta 66 también está muy presente.
Lo primero que vimos fue la Octane 66, una gasolinera abandonada pero que está repleta de coches clásicos restaurados aparcados a su alrededor. La verdad es que, aunque no soy un gran fan de los coches antiguos, este sitio me gustó bastante.

Después fuimos al Route 66 Association Hall of Fame and Museum. Allí hay miles de artefactos y recuerdos relacionados con la Ruta 66 y recursos de viaje, como revistas. Además, nos trataron muy bien y charlamos también con ellos sobre la Ruta 66. Parada obligada. Ten en cuenta que cierra a las 17h a la hora de planificar tu visita.
Justo detrás del museo, está el famoso mural de Pontiac de la Ruta 66. ¡Y una sesión de fotos aquí sí que es algo obligado!

Una curiosidad: justo al lado del mural está el autobús escolar convertido en casa donde Bob Waldmire, un artista estadounidense fallecido en 2009, recorría la Ruta 66. Es conocido por sus obras de arte de la Ruta 66, que incluye extravagantes mapas de la mítica Mother Road.

Por último, te recomiendo que te des una vuelta por Pontiac, ya que, aparte del conocido mural de detrás del museo, hay muchos más murales de la Ruta 66 en las fachadas de los edificios. Y lo mejor es que hay huellas pintadas en las aceras para hacer un recorrido por todos ellos y no perderse ninguno.
También encontrarás alguna tienda de recuerdos. Yo me compré en Pontiac una alfombrilla para el ratón de la Ruta 66, ¡que estoy utilizando ahora mismo!
Después, puedes parar en Towanda y Bloomington, una ciudad con mucha vida donde hay un centro de visitantes de la Ruta 66 y otro de Lincoln, el Cruisin’with Lincoln on 66 visitor center.
Atlanta
Nosotras fuimos directamente a Atlanta, situada a una hora de Pontiac. Allí, la atracción turística por excelencia es otro de los gigantes de la Ruta 66, el Bunyon Giant, que porta en sus manos un perrito caliente.

El gigante fue comprado para promocionar un restaurante de Cicero (Illinois) y el dueño cambió el hacha por un perrito caliente (de ahí que tenga una mano para arriba y otra para abajo). Cuando el restaurante cerró, fue donado a Altanta, ¡para dar la bienvenida a los viajeros de la Ruta 66!
En Atlanta también encontrarás más murales y la biblioteca con la Clock Tower en Arch Street.

Springfield
Tras unos 50 minutos, llegamos a Springfield, una ciudad que es conocida porque fue uno de los lugares de residencia de Abraham Lincoln y donde está enterrado, junto a su esposa y tres de sus hijos, en el Oak Ridge Cemetery. Tanto su tumba como el cementerio en sí es una pasada, así que te recomiendo que lo visites si tienes la oportunidad.

También vimos la casa en la que vivió Lincoln, que ahora es un museo y lugar Histórico Nacional. Esta casa fue donde dio su discurso de despedida antes de partir hacia Washington.

En Springfield, también puedes visitar el Old State Capitol, donde Lincoln pronunció alguno de sus discursos más famosos.
Y además… ¡hay otro de los famosos gigantes de la Ruta 66! Se trata del Lauterbach Giant, situado en el aparcamiento del Lauterbach Tire and Auto Service (1569 Wabash Avenue). Originalmente, sostenía una rueda, pero la cambiaron por una bandera de los Estados Unidos en 2006.

¡Y esa fue nuestra última parada del día! Dormimos en el hotel La Quinta by Wyndham Springfield IL por 68 $ con desayuno incluido. Todo correcto, quizás el desayuno un poco escueto, pero dormimos bien.
Si quieres seguir leyendo nuestra aventura por la Ruta 66, aquí tienes el segundo tramo: Sprinfield, IL – Lebanon, MO.
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