¡Ya estamos en el quinto tramo de la Ruta 66! Ese día, fuimos desde Amarillo (Texas) hasta Santa Fe (Nuevo México).
Visitamos sitios míticos de la Ruta 66 como el Cadillac Ranch o el Blue Swallow Motel, llegamos a la mitad del recorrido en el Midpoint, nos adentramos en la ciudad fantasma de Glenrio y disfrutamos del ambiente nativo americano en Santa Fe.
El recorrido es de unas 280 millas y se tarda unas 4 horas en hacerlo sin paradas.
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Amarillo
Lo primero que hicimos ese día fue ir a ver el famosísimo Cadillac Ranch, situado al salir de Amarillo. Son 10 cadillacs semienterrados en el suelo con el maletero hacia arriba, como el Slug Bug Ranch que vimos el día anterior, pero a lo grande.
Los coches componen esta obra de arte urbano que fue realizada por parte de un grupo de artistas llamados «The Ant Farm», fundado por dos arquitectos en los años 60. Lo guay es que puedes participar tú mismo en esta obra de arte, ya que los cadillacs se pueden pintar con sprays, que encontrarás repartidos por el suelo alrededor de los coches (aunque siempre puedes comprar algunos tú mismo). De cuando en cuando, los vuelven a pintar en color base para poder pintarlos de nuevo.
Adrian
Tras dejar atrás el Cadillac Ranch, seguimos nuestro camino y paramos en Adrian, situado a unos 50 minutos, para hacernos unas fotos en el Midpoint. ¡Sí! ¡Ya estamos a mitad de camino! Ya hemos recorrido 1139 millas (unos 1830 km) y tenemos otras 1139 millas de recorrido por delante.
Y lo que tampoco podíamos dejar de hacer era entrar en el Midpoint Café para tomarnos un café y probar su famosa ugly crust pie, ¡que estaba riquísima! La decoración del restaurante es chulísima y, además, nos trataron genial, fueron muy amables con nosotras y se respiraba un ambiente muy agradable. También tienen una tienda de recuerdos con cosas más inusuales como libretitas y bolígrafos de la Ruta 66.
Glenrio
Antes de dejar atrás el estado de Texas, a una media hora de Adrian, hicimos una breve parada en la ciudad fantasma de Glenrio, que se sitúa justo en la frontera con Nuevo México, ¡así que se puede estar en dos estados a la vez! Hace años que abandonaron este pueblo y, obviamente, ya no queda ningún negocio. A mí me encantan los pueblos abandonados, así que disfruté mucho paseando por sus calles desiertas e imaginando historias de miedo.
Y así dejamos atrás Texas para adentrarnos en Nuevo México, el estado con mayor diversidad étnica y cultural de Estados Unidos y el estado número 6 de los 8 que se recorren durante la Ruta 66.
Tucumcari
Nuestra primera parada de Nuevo México fue Tucumcari, situada a unos 40 minutos. ¡Esta ciudad nos encantó! En ella, encontrarás muchos murales de la Ruta 66, algunos de ellos impresionantes, por lo que te recomiendo que pasees tranquilamente por la ciudad para descubrirlos. El más alucinante es el que está situado en el Lowe’s Supermarket, ¡que tiene 38 metros de largo y 7 de alto!
Otra parada obligada en Tucumcari es el legendario Blue Swallow Motel, que ha estado sirviendo a los viajeros de la Mother Road desde 1939 y está registrado en los Lugares Históricos. Habría estado bien ir de noche para ver el letrero de neón, pero nos conformamos con ver su maravillosa fachada de día.
Y, por último, otra cosa que nos encantó de Tucumcari fue una tienda de productos artesanales típicos de los nativos americanos, cuya entrada tiene forma de tee pee. Yo compré un collar artesanal de recuerdo. ¡Fue una visita muy curiosa!
Santa Rosa
A una hora de Tucumcari, está Santa Rosa, donde paramos en el Route 66 Auto Museum, ya que nos llamó la atención el poste que tienen en la entrada con un coche amarillo. ¡Cuidado porque cierra a las 17h!
Después de comer, fuimos al Blue Hole, una piscina natural cuya agua está a una temperatura constante de 17,7 grados. Aunque hacía buen tiempo y había gente bañándose, ¡nosotras no nos atrevimos!
Santa Fe
No nos entretuvimos mucho porque teníamos que hacer casi dos horas de coche para llegar a Santa Fe, la última parada del recorrido.
Nos dimos una vuelta por la capital del estado de Nuevo México hasta llegar a la calle de San Francisco, donde está situada la Catedral de San Francisco de Asís, construida en 1886. Es de estilo neorrománico, hecho que contrasta con las estructuras de adobe que están presentes por el centro de la ciudad.
También estuvimos en la Plaza, que lleva siendo el centro de la ciudad desde hace 400 años. En todo el centro de Santa Fe, vimos muchos puestos y tiendas de artículos artesanales hechos por nativos americanos. Hay algunas muy curiosas y seguro que encuentras alguna cosa para llevarte un recuerdo original.
Tras la visita al centro, nos fuimos a nuestro hotel: el Motel 6 Santa Fe Plaza – Downtown, que nos costó 63,99 €.
¡Y así terminó nuestro quinto tramo por la Ruta 66! Si quieres seguir leyendo, aquí tienes el siguiente tramo: Santa Fe, NM – Grants, NM.
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