La Galería Uffizi alberga una de las colecciones de pintura más antiguas y famosas del mundo y se trata del lugar más visitado de Florencia, recibiendo más de un millón de visitantes cada año. Por tanto, si quieres evitar las largas colas, te aconsejo que compres las entradas con antelación.
Las dimensiones del museo son inmensas, pero lo bueno es que las obras están ordenadas cronológicamente, por lo que es muy sencillo recorrerlas sin perderse gracias a la estructura del museo en forma de U. Este museo se sitúa justo al lado del Palazzo Vecchio y la Loggia dei Lanzi.
El museo se divide en tres pisos. En la planta baja, están la taquilla y la entrada principal al museo, por lo que realmente la visita será a la primera y la segunda planta. ¡Te propongo el mejor recorrido por el museo parándonos en las obras más importantes!
También puedes contratar esta visita guiada por la Galería Uffizi.
Contenidos
Segundo piso de la Galería Uffizi
La visita comienza en el segundo piso, adonde se llega mediante una gran escalera que data del siglo XVI, en la época de los Medici, cuando la Galería fue construida. También hay ascensores para las personas que no puedan usar las escaleras.
Aquí encontrarás las salas principales y algunas de las más interesantes del museo. Las 45 salas de este piso exhiben obras de arte de los siglos XIII al XVIII.
Muchas de las obras de arte más importantes del museo están en este piso:
Salas 10-14: Botticelli
Nacimiento de Venus
Es, probablemente, la pintura más famosa de la Galería Uffizi. Como su título indica, en el cuadro se representa el nacimiento mitológico de Venus. El mito cuenta que esta diosa nació de la espuma del mar, cerca de Pafos (Chipre), después de que Cronos arrojara los testículos de Urano al mar. Tras su nacimiento, Céfiro la colocó sobre una concha nacarada y la llevó hasta la isla de Citera, donde las Horas se encargaron de su educación.
Boticelli, fiel al relato mitológico, representó en esta preciosa pintura a los vientos Aura y Céfiro, de cuyo soplo brotan flores e impulsan a la diosa hacia la orilla, donde la espera probablemente Flora para cubrirla con su manto.
La figura de Venus, en el centro de la composición, muestra el ideal de belleza femenino de la época, con una piel blanca con tonalidades ligeramente amarillas y rosáceas y una larguísima cabellera pelirroja que se mueve por efecto del viento.
La primavera
En esta obra, donde Botticelli ilustra el rito pagano de la primavera, se encuentran representados la diosa Venus en el centro; sobre ella Cupido, el dios del amor; a la izquierda de Venus, se sitúa Flora y junto a ella Céfiro, el Dios del viento, y la Ninfa Cloris; y a la derecha de Venus se encuentran juntas las tres Gracias y Mercurio.
Esta pintura reúne las características del renacimiento artístico: la belleza, la perfección de los cuerpos, los colores intensos para resaltar a los personajes más importantes, el movimiento de los personajes, etc.
Venus se encuentra en el centro del cuadro y sirve de eje a la composición; es el centro no solo físico sino también moral de la obra. Cupido vuela sobre Venus y lanza flechas de amor a Mercurio para enamorar a Venus.
Flora es el único personaje que mira directamente al observador y se dedica a esparcir sus flores por la escena. Céfiro, representado con colores fríos, busca el amor de la ninfa Cloris, de cuya boca salen las flores primaverales que recoge Flora.
Dedicadas a una graciosa danza, las tres Gracias, Servidoras de Venus, están representadas casi desnudas y luciendo peinados con pelo suelto que solo podían llevar las jóvenes solteras. Mercurio, identificado por su calzado con alas y por el caduceo, estira la mano para tocar las nubes y dispersar la niebla.
Sala 15: Leonardo Da Vinci
La adoración de los magos
Debido a su partida y establecimiento en la corte de Milán, Da Vinci dejó inacabada esta obra, por lo que se trata de un esbozo monocromático, sin colores, de nada menos que seis metros cuadrados, que presenta grandes contrastes entre zonas vacías y negros.
Normalmente el tema de la obra se suele representar de una manera muy solemne y estática, pero el pintor hizo que la composición fuera muy compleja e inusual representando una escena multitudinaria, agitada, violenta, llena de personajes (más de cincuenta nada menos) y en diferentes grupos.
Representados en primer plano, se sitúan la Virgen María y el Niño Jesús, formando un triángulo con los Magos, arrodillados en adoración. La Virgen resulta ser el vértice.
A ambos lados de estos personajes, se sitúan la Filosofía (en actitud contemplativa) y la Acción. Tras ellos, formando un arco, se sitúa una multitud de personajes (pastores y ángeles), todos ellos impresionados por la llegada del Mesías. Uno de los personales podría ser un autorretrato del joven Leonardo (en el extremo de la derecha, lejos).
El paisaje del fondo (ruinas y jinetes peleando) probablemente representa el mundo pagano suplantado por el cristiano, según se inaugura por los eventos que tienen lugar en primer plano.
La anunciación
Esta obra de Da Vinci representa el tema de la anunciación de la llegada de Cristo a María por parte del ángel Gabriel.
La composición del cuadro se divide claramente en dos mitades desiguales: la mitad izquierda la ocupa el ángel, respaldado por el jardín y el bosquecillo de fondo; mientras que en la derecha se sitúa la Virgen, respaldada por edificios y otros elementos arquitectónicos.
El artista dio unidad a las dos mitades de dos formas. Por un lado, por la acción: el ángel se inclina hacia la Virgen en el saludo, gesto ante el que María reacciona. Por otro lado, por el murete corrido de detrás de los personajes que se interrumpe para enmarcar la mano del ángel, lo cual da a la escena un continuo espacio-temporal.
Al fondo aparece un río con meandros y barcas, montañas y árboles. Aquí usa Da Vinci una perspectiva aérea: los detalles más alejados están pintados como envueltos en una niebla, pues sabía la distancia hace que el ojo humano vea los contornos menos nítidos. Así, Leonardo fue el primer pintor en preferir esta perspectiva aérea sobre la geométrica.
Sala 35: Miguel Ángel y los pintores florentinos
Tondo Doni
La Sagrada Familia de Miguel Ángel, la única pintura móvil del artista, es más conocida como Tondo Doni, sobrenombre que se le dio porque fue un encargo de Agnolo Doni para conmemorar su matrimonio y, además, tiene forma de tondo, es decir, redonda, lo que se asociaba en el Renacimiento con el matrimonio.
Esta forma de curva helicoidal prácticamente no se había usado hasta ese momento. En primer plano, en la base de la curva, encontramos a la Virgen con el Niño y detrás a San José, de grandes proporciones y dinámicamente articulado. María se gira sobre sí misma hacia su derecha para recoger o entregar al Niño a San José.
El Niño parece estar en ese famoso «equilibrio inestable» tan característico de los personajes de Miguel Ángel. San José continúa el movimiento espiral, balanceando el cuerpo sin apoyarse en ninguna parte. El efecto es de movimiento e inestabilidad de un grupo apilado que puede derrumbarse en cualquier momento.
Al fondo, separados por una balaustrada, aparecen unas figuras desnudas que suponen el punto más controvertido de la obra, ya que su significado ha sido objeto de debate. Se cree que pueden ser ángeles sin alas o una alusión a la cultura clásica, ya que algunas recuerdan en su postura a las esculturas romanas y griegas.
Ariadna dormida (escultura)
Ubicada en el mismo centro de la sala 35, esta impresionante escultura representa a Ariadna, que aparece tumbada, dormida en la playa de Naxos, donde Teseo la acaba de abandonar tras la aventura del minotauro. Allí la descubrió Dioniso, que se enamoró de ella y la hizo su esposa.
El artista usa la técnica de paños mojados, una técnica que personalmente siempre me asombra porque me parece increíble que se logre ese efecto en la escultura. Por eso he incluido la Ariadna dormidaen mi lista de las obras importantes de la Galería Uffizi.
Cafetería con vistas espectaculares
Tras recorrer el segundo piso, encima de la Loggia dei Lanzi, hay una cafetería donde tendrás la oportunidad de tomar algo con unas vistas maravillosas del Palazzo Vecchio y el resto del centro histórico de Florencia. ¡No te lo pierdas porque merece la pena!
Primer piso de la Galería Uffizi
Desde la cafetería, puedes ir al primer piso de la Galería Uffizi para visitar las secciones más modernizadas del museo, cuyas salas están categorizadas según el color de sus paredes. En las salas azules y rojas hay obras de pintores extranjeros del siglo XVII y XVIII y pintores toscanos del siglo XV, así como esculturas de mármol de la época helenística.
También en este primer piso, encontrarás las exposiciones temporales de la Galería Uffizi. En caso de haber alguna durante tu visita, tu entrada para el museo también incluirá la visita a la exposición temporal.
Estas son las obras más importantes del primer piso:
Sala 66: Rafael
La virgen del jilguero
La escena de La virgen del jilguero de Raphael se inspira en Da Vinci al emplear una composición piramidal, muy admirada por los artistas del Cinquecento.
Así, las tres figuras (la Virgen María, el Niño Jesús, a la derecha, y San Juan) forman un triángulo prácticamente regular y se ubican ante un amplio paisaje de aspecto umbrío con el que Raphael obtiene un prodigioso efecto de perspectiva.
San Juan sostiene un jilguero, símbolo de la futura muerte violenta de Cristo, y se lo ofrece al Jesús como advertencia en relación con su futuro.
Además, esta obra cuenta también con un atractivo contraste de luces y sombras o claroscuro (influencia también de Da Vinci) con el que el artista crea una admirable sensación atmosférica. También destaca la relación existente entre los personajes debido al juego de miradas, subrayando el humanismo de la escena.
Sala 83: Tiziano
Venus de Urbino
En esta obra, Tiziano representa a Venus situándola sobre un diván tapizado en rojo y cubierto con una sábana blanca, en el interior de un palacete veneciano.
Situada en primer plano, vemos a Venus, recostada sobre el diván, dirigiéndonos su mirada con cierta provocación. En su mano derecha porta unas flores que resaltan el aura de erotismo ya reforzada por la luz casi dorada que ilumina al cuerpo, mientras que con la izquierda cubre su pubis, que se ubica en el centro de la composición. Sus cabellos dorados caen sobre sus hombros, creando una escena de evidente clave erótica.
Al fondo vemos una gran ventana por donde entran leves reflejos de la laguna y se observa el cielo tras un árbol. Al lado, dos jóvenes buscan ropas en un arcón, representando la maternidad y dando realismo a la escena.
El perro situado a los pies de Venus simboliza la fidelidad marital, aunque aquí aparece, sugerentemente, dormido. Además, la presencia del perro es signo de que la representada no es una diosa, sino una mujer real, olvidando imágenes que muestran el ideal de belleza.
Sala 90: Caravaggio
Baco
En esta pintura aparece Baco, dios del vino, representado a la manera clásica con uvas y hojas de parra en el pelo. Frente a él, vemos sobre una mesa un cuenco de fruta y una jarra de vino tinto. Con su mano izquierda, el joven Baco nos ofrece una copa de vino llana y ancha, que casi se vuelca sobre nosotros, haciendo temblar la superficie del líquido.
Para representar al joven dios, Caravaggio se pinta a sí mismo, por lo que parece que el personaje tan solo se hubiera disfrazado de Baco, pero, aunque no fuera esa la pretensión de Caravaggio, hay humor en esta pintura. Las mejillas, así como las manos, están sonrojadas y contrastan con la palidez de la piel, indicando un estado de ligera ebriedad.
Sin embargo, han sido el cuenco de fruta y la jarra lo que más ha llamado la atención de los expertos. La fruta, porque la mayoría de las piezas son incomestibles, lo cual podría simbolizar la fugacidad de las cosas mundanas. La jarra, porque tras limpiarse la pintura, apareció en ella un pequeño retrato del artista pintando en su caballete.
Artemisia Gentileschi
Judith decapitando a Holofernes
Esta escalofriante obra representa uno de los episodios del Antiguo Testamento que con más frecuencia aparece en la historia del arte. Sin embargo, nunca se ha logrado representar una escena tan cruda y dramática como esta. Por eso, la he añadido a esta lista; es una pintura totalmente sobrecogedora.
La historia cuenta que Judith, en plena guerra de Israel contra el ejército babilónico, se interna en el campo enemigo y, con ayuda de su doncella, engaña, seduce y decapita a Holofernes, el feroz general enemigo, obteniendo de este modo la victoria para Israel.
La decapitación ocupa el centro de la escena y la composición es de tipo triangular. Vemos claramente la influencia de Caravaggio en el tenebrismo extremo que aparece con maestría; la escena, iluminada por candiles, presenta una exhibición exquisita del claroscuro.
Artemisia pintó muchas obras protagonizadas por mujeres, en las que destacan la acción y la valentía. Es lógico pensar que la artista lleva a cabo un alegato a favor de su condición, además de realizar una magnífica obra de arte.
Y hasta aquí mi lista de las obras más importantes de la Galería Uffizi. ¡Espero que te haya sido de ayuda! Por cierto, también puedes leer mi artículo sobre las visitas imprescindibles de Florencia.
Y, como siempre, si tienes alguna pregunta, ¡no dudes en escribirme!
No Comments